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Sueños
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A lo largo de nuestra vida, vemos constantemente sueños: agradables y aterradores, tristes y alegres, fantásticos y ordinarios. Pero casi … Leer más

¿Cómo salir del triángulo de Karpman?
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➡️ Entonces, para salir del papel de víctima, debes dejar de quejarte o esperar la salvación, desarrollar habilidades de comportamiento … Leer más

Primera entrevista (basada en materiales de R. Kociunas)
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1. Establecer confianza. 2. Defina brevemente las metas y objetivos de la consejería. 3. Identificar y ajustar las expectativas del … Leer más

Sueños

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A lo largo de nuestra vida, vemos constantemente sueños: agradables y aterradores, tristes y alegres, fantásticos y ordinarios. Pero casi nadie piensa en el hecho de que cualquier sueño conlleva la oportunidad de aprender muchas cosas interesantes y útiles sobre uno mismo, de traer a la conciencia lo que se esconde en las profundidades de los recuerdos olvidados. Un sueño, por regla general, contiene numerosas metáforas e imágenes que ayudarán a revelar necesidades inconscientes, responder preguntas que nos interesan, ver nuestra personalidad bajo una nueva luz y conectar las partes dispares de nuestro “yo”.

Es recomendable empezar cada mañana recordando tus sueños. Una vez que haya captado cualquier detalle, podrá desenredar los hilos de imágenes aparentemente perdidas y, posteriormente, restaurar la mayor parte del sueño. Después de reproducir el sueño en la memoria, es necesario prestar atención a las imágenes más intensas que evocan una reacción emocional. A continuación, debes introducir cada imagen lo más completamente posible, fusionarte con ella y sentirte como un personaje de tu sueño. Conviértete en un monstruo que te persigue a ti o a un extraño, un viejo coche averiado que recuerdas con fuerza en un sueño o una casa abandonada que de vez en cuando se ha vuelto destartalada. Repasa cualquier detalle que haya llamado la atención o haya causado disgusto/miedo/alegría, es decir, cualquier objeto con tintes emocionales. Al reproducir tu sueño, intenta sentir, sin palabras, tal o cual imagen.

Recuerde lo que le interesó en los próximos días; a menudo un sueño contiene algo que se perdió, se olvidó, algo que necesita realizar y convertir en su experiencia de vida. Es importante recordar que analizar y analizar mentalmente los sueños sólo da resultados menores y conduce a más construcciones ilusorias que te confunden aún más. Es mucho más efectivo revivir tu sueño, conscientemente, notando las reacciones que tienes ante él.

Cualquier personaje de tu sueño es parte de tu personalidad. Las imágenes malas, enojadas y aterradoras a menudo representan la manifestación de partes rechazadas de la personalidad. La ira o el resentimiento reprimidos, los recuerdos traumáticos y mucho más que has descartado como negativos se reflejan en forma de sueños. La lucha interna que acompaña cada vez más a una persona a lo largo de la vida conduce a la supresión y represión de ciertos aspectos de nuestro “yo”. Todo lo que se valora como negativo o indeseable y posteriormente se reprime de la conciencia nos debilita y nos divide. Por ejemplo, si no podemos experimentar y reconocer nuestra ira, considerándola inaceptable para una persona “culta” o “amable”, nos volvemos más vulnerables. La ira, a su vez, es una reacción de adaptación a eventos inesperados, o un miedo inconsciente por la propia vida o una imagen ilusoria que la mayoría de nosotros mantenemos diligentemente frente a los demás. Rechazando cualquier sentimiento, considerándolo malo, nos dividimos en varias partes independientes: una de las cuales experimenta este sentimiento, la otra lo niega o se culpa por su manifestación. Así, la lucha interna nos divide cada vez más en muchas personalidades opuestas, en diferentes “yoes”, que de vez en cuando toman el poder sobre nosotros.

Una forma de recuperar la integridad, la calma y la confianza es mediante la integración de los sueños. Al recordar y experimentar nuestro sueño, convertirlo en personajes negativos y positivos, en detalles de la situación y edificios enteros, en diversos objetos e imágenes vagas, podremos sacar a la luz de la conciencia los conflictos internos y resolverlos. Al tomar conciencia de los sueños, descubrimos, paso a paso, nuevas facetas de nuestro mundo interior. Después de todo, cada trozo de sueño expresa nuestro “yo” complejo y fragmentado. Al percibir simultáneamente dos partes de nuestra personalidad luchando entre sí, las llevamos a la integración, fusionándonos en una entidad estable. Al considerar los sueños como metáforas, es posible descubrir deseos largamente olvidados, recuerdos y asuntos pendientes que nos quitan la energía vital y que no nos permiten vivir una vida armoniosa y feliz.

¿Cómo salir del triángulo de Karpman?

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➡️ Entonces, para salir del papel de víctima, debes dejar de quejarte o esperar la salvación, desarrollar habilidades de comportamiento seguro y un fuerte apoyo interno de un adulto. También es muy importante poder mostrar agresión, decir “no” y defender tus límites, porque la característica principal de la posición de sacrificio es la supresión de la ira y la agresión. Si te reconoces en el papel de víctima, detente un segundo y piensa: “¿Por qué vuelvo a elegir esto ahora? ¿Lo que recibiré compensará mis costos físicos y energéticos?

➡️ Desarrollar la empatía, el respeto y la capacidad de escuchar el punto de vista de los demás ayudará a cambiar el papel del agresor. Si reconoces a un agresor en ti mismo, hazte preguntas: “¿A quién estoy enseñando? ¿Todos son realmente estúpidos y yo soy el único inteligente? Dale a otros la oportunidad de vivir sus vidas. Trabaja tu agresión, quizás cuando eras niño fuiste sometido a violencia física y psicológica y esto es consecuencia de tu comportamiento. Aprenda a negociar. Son más eficaces que la humillación.

➡️ Para dejar de involucrarte en el triángulo de Karpman a través del papel de salvador, deja de dar consejos no solicitados

y superar el miedo a ser no deseado. Simplemente haga preguntas a los demás: “¿Qué tipo de ayuda necesita? ¿La necesita? ¿Le puedo ayudar en algo? ¿Necesitas mi consejo o algo más…?

Los rescatistas deben darse cuenta: cada uno debe seguir su propio camino a pesar de sus propios errores. Por tanto, no te impongas si no te lo piden. Aprenda a sentir sus límites y los límites de otras personas. Mantente ocupado con cosas interesantes y así no tendrás la necesidad de participar en las “series” de otras personas. Aprenda a ser necesitado por usted mismo y entonces no será necesario que adquiera un sentido de su propia necesidad “haciendo el bien”.

Ninguno de los “jugadores” del triángulo de Karpman se desarrolla como persona, sino que simplemente pasa de un rol a otro. Para salir de este triángulo, primero debes darte cuenta de tu papel, detenerte varias veces al día y preguntarte “¿por qué estoy haciendo esto ahora?”.

Primera entrevista (basada en materiales de R. Kociunas)

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1. Establecer confianza.

2. Defina brevemente las metas y objetivos de la consejería.

3. Identificar y ajustar las expectativas del cliente respecto del asesoramiento.

4. Motive al cliente a cooperar con usted.

5. Anime al cliente a contar una historia detallada sobre la situación que lo trajo a usted:

• escuchar la presentación del problema por parte del cliente;

• determinar el lugar de la queja del cliente (qué, de quién se queja);

• ayudar al cliente a ajustar la formulación del problema si, en su presentación, es insoluble o su solución depende enteramente de otras personas;

• especificar cuánto tiempo ha existido este problema;

• identificar el impacto que este problema tiene en la vida del cliente;

• preguntarle cómo se siente acerca de este problema

6. Ayude al cliente a comprender su contribución al problema.

7. Ayude al cliente a articular claramente sus dificultades.

8. Llegue a un entendimiento con el cliente sobre cuál es exactamente su problema y cómo puede ayudarlo a resolverlo.

9. Cambios deseados:

• ayudar al cliente a comprender qué es exactamente lo que no le conviene en la situación actual y qué es exactamente lo que quiere cambiar;

• ajustar las expectativas del cliente si no son realistas y no se refieren a cambios en uno mismo o en las propias relaciones con alguien o algo, sino que están relacionados con otras personas;

• identificar marcadores mediante los cuales el cliente entenderá que se han producido los cambios deseados.

10. Formas alternativas de solucionar el problema:

• ayudar al cliente a formular diferentes formas de resolver el problema;

• averiguar qué método es el más apropiado;

• crear una situación experimental en la que el cliente pueda probar nuevas formas de comportamiento.

11. Búsqueda de recursos:

• preguntar al cliente sobre sus fortalezas, capacidades y potencial;

• averiguar con el cliente cómo superó situaciones similares y en qué recursos personales confió;

• Discutir con el cliente formas en que puede obtener apoyo.

12. Cheque ecológico:

• descubrir qué fue nuevo para el cliente durante la consulta;

• aclarar (si esta no es la primera consulta) si algo ha cambiado en la vida del cliente después de su trabajo;

• preguntar si el cliente se comporta de manera diferente como resultado del asesoramiento;

• averiguar qué va a hacer exactamente hoy y mañana para implementar lo que decidió hacer durante la consulta; • averiguar en las reuniones de seguimiento qué ha hecho el cliente dentro del programa de acción planificado y apoyarlo en aquellas áre

Grupos Balint

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Michael Balint es un psiquiatra, psicoanalista y psicoterapeuta húngaro-británico. Especialista en psicoterapia de grupo y psicoanálisis de grupo. Fundador de los grupos Balint.

Este método de trabajo de investigación de formación en grupo lleva el nombre de su creador, quien, desde 1949, celebró seminarios de grupos de discusión con médicos y psiquiatras en ejercicio en la Clínica Tavistock de Londres. La experiencia resumida por Balint en su libro “El médico, su paciente y su enfermedad” sirvió de base para el método de realización de seminarios de investigación y formación. El objeto central de estudio en el grupo clásico de Balint es la relación médico-paciente. El paciente traslada al médico determinadas actitudes, estereotipos emocionales y comportamentales similares a su actitud hacia los objetos de su vida real (personas significativas de su entorno inmediato). El análisis de estas relaciones permite comprender mejor al paciente en toda la diversidad de sus conexiones e interacciones con el mundo real, lo que ayuda a aumentar la eficacia de la terapia.

Balint vio los objetivos de las sesiones del seminario en el análisis de las relaciones en la práctica profesional médica, el desarrollo del diagnóstico de las relaciones, la comprensión de las verdaderas necesidades del paciente y una comprensión profunda de la enfermedad.

Actualmente, los grupos Balint son un método eficaz para aumentar las habilidades de comunicación profesional de los especialistas en profesiones de ayuda, reducir el estrés profesional y el “agotamiento emocional”, comprender los problemas del paciente/cliente y las dificultades de comunicación con él, tomar conciencia de los beneficios terapéuticos. importancia de las relaciones interpersonales y sus límites, conciencia de los propios puntos de “ceguera”.

Las clases del grupo Balint se llevan a cabo en varias etapas o “pasos”.

El primer “paso” puede denominarse convencionalmente “identificar al cliente”. La lección tradicionalmente comienza con la pregunta del facilitador: “¿A quién le gustaría presentar a consideración su propio caso, un problema que crea un estado de malestar?”

El segundo “paso” es la historia del “cliente” sobre su difícil caso de la práctica. El líder y los miembros del grupo escuchan atentamente. Sus observaciones pueden resultar muy útiles para el análisis posterior de las dificultades comunicativas del hablante.

El tercer “paso” es que el “cliente” formule preguntas para el grupo basándose en su propio caso. En esta etapa, el facilitador ayuda al “cliente” a formular solicitudes (preguntas y deseos) al grupo, que contienen el deseo de recibir nuevos conocimientos, comentarios y (o) apoyo del grupo. Es recomendable escribir las preguntas en la pizarra o tableta, porque… todos los miembros del grupo hacen referencia a ellos constantemente, manteniendo la exactitud de su contenido.

El cuarto “paso” es que el grupo haga preguntas al participante que presentó el caso. Todas las reacciones espontáneas de los participantes, su comportamiento y manifestaciones emocionales son registradas por el presentador y posteriormente pueden ser objeto de análisis dinámico.

En esta etapa, el “cliente” muchas veces se sorprende al descubrir que por alguna razón olvidó o no tuvo en cuenta aspectos muy importantes de su caso. Muchos momentos inconscientes se le aclaran.

El quinto “paso” es la formulación final por parte del “cliente” de los temas que le gustaría plantear para discusión. A veces, la redacción de las preguntas se conserva en su forma original. Sin embargo, con mayor frecuencia sufren cambios. Algunas de las preguntas planteadas anteriormente pueden incluso perder su relevancia para el “cliente”, gracias a su conocimiento de una serie de puntos en la etapa anterior.

A menudo, una pregunta adicional que se hace el “cliente” es la de qué aspectos del caso propuesto no conoce suficientemente, desde el punto de vista del grupo.

El sexto “paso” son las respuestas del grupo a las solicitudes del “cliente” y la libre discusión.

Todos los participantes en círculo responden las encuestas que se les asignan. Las respuestas pueden reflejar los sentimientos de los miembros del grupo: “En este caso, siento que…”.

No menos importantes que ciertos juicios y comentarios para el “cliente” y otros participantes pueden ser respuestas como: “Yo también tuve una situación similar y encontré una salida…”. El hecho mismo de que muchos miembros del grupo ofrezcan una visión idéntica o similar de su situación es de gran importancia para él, pero el grupo no busca imponer nada, sabiendo que el hablante puede bloquear la aceptación de la información.

En esta etapa también se fomenta la libre asociación. Después de que cualquier miembro del grupo haya hablado, el “cliente” puede hacerle preguntas aclaratorias si algo no queda claro. Puede ser que en un grupo Balint un participante se identifique consciente o inconscientemente con el “cliente” o su “socio” en la situación en discusión. Las declaraciones de este último podrían ser, por ejemplo, así: “Sabes, me imaginé en el lugar… cuando le dijiste algo, reproduciendo la situación, y al mismo tiempo tartamudeaba, me sentí tenso”. Estas declaraciones tienen un valor especial para el psicoterapeuta que presenta el caso y también para los demás participantes. En un grupo Balint que funciona bien, los comentarios individuales provocan la continuación de la discusión en forma de nuevos círculos o una discusión libre pero correctamente gestionada. Esto conduce a una comprensión más profunda de los problemas, al desarrollo colectivo creativo de los puntos de vista expresados, a ángulos de visión inesperados de la situación en discusión.

La retroalimentación del líder del grupo al “cliente” se lleva a cabo en el séptimo “paso”. El facilitador resume las respuestas del grupo, expresa su propia visión de la situación presentada para discusión, suposiciones sobre las razones de las dificultades encontradas por el “cliente”, etc. Al final del trabajo, el líder agradece al “cliente” por brindarle el caso y el coraje de analizarlo, y a los miembros del grupo por su apoyo al empleado.

En el octavo “paso”, el “cliente” da información sobre sus sentimientos. Sus declaraciones pueden estar relacionadas con su propio estado emocional y sus impresiones sobre el trabajo del grupo. También puede proporcionar comentarios a participantes específicos que contengan su opinión sobre la efectividad de sus actividades, agradecerles por su apoyo o expresar su condición con palabras.

Una sesión de Balint puede terminar con declaraciones de miembros individuales del grupo sobre sus sentimientos e impresiones.

Supervisión e intervisión

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Las principales diferencias entre supervisión e intervisión.

Supervisión – desde lat. supervisare, vista desde arriba.

Intervisión – de lat. inter – Between, visio – vision (visión entre).

La supervisión y la intervisión son similares en muchos aspectos. Se trata de formatos en los que se forman especialistas con el fin de mejorar habilidades, incrementar el nivel de autoanálisis, ampliar conocimientos y también obtener ayuda en diversas situaciones de la práctica psicológica que generan dificultades.

La diferencia entre supervisión e intervisión es que la supervisión la lleva a cabo un especialista de rango superior. Aquí se produce una interacción vertical y jerárquica: supervisor-grupo o supervisor-supervisor individual, y en la intervisión esta interacción se produce de forma horizontal, entre colegas de igual estatus. La intervisión es un método “intercolegial” o “intercolegial” de trabajo en un grupo de profesionales involucrados en el asesoramiento, terapia o tratamiento de clientes, y es también un espacio de comunicación, intercambio de experiencias, apoyo profesional y crecimiento.

En la entrevista, el aspecto más importante es que los miembros del grupo son corresponsables del contenido de las sesiones; las posiciones en el grupo de entrevista son iguales. El grupo de supervisión es un lugar único donde puede probarse a sí mismo en diferentes roles: ser un orador, un observador, pedir ayuda, apoyo, comentarios, plantear un caso de trabajo para discutirlo, compartir sus sentimientos, experiencias e incluso ofrecerse como voluntario. líder; Los líderes del grupo de inspección cambian y son seleccionados entre los propios participantes en el proceso.

Si un terapeuta no supervisa/interniza durante mucho tiempo, corre el riesgo de “atascarse en su contratransferencia”, es decir, puede involucrarse en algún tipo de juego inconsciente con su cliente, puede experimentar emociones excesivas hacia su cliente. , y por tanto perderá su puesto terapéutico laboral. Por muy preparado que esté un psicoterapeuta y por muy extensa que sea su práctica, sigue siendo una persona con su propio inconsciente, que no puede comprender plenamente. Al entablar un contacto intensivo con el paciente, el terapeuta puede, en un grado u otro, perder su objetividad. Este es un proceso normal, y este es precisamente el propósito de la supervisión y la intervisión.

AFCODEV – Método de desarrollo profesional colaborativo

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Hoy realicé la supervisión utilizando el método AFCODEV – Método Colaborativo de Desarrollo Profesional, fundado por Adrien Payette y Claude Champagne.

Dejaré aquí una descripción y un algoritmo para trabajar con este método.

“Es un enfoque de desarrollo para personas que creen que pueden aprender unos de otros y mejorar su práctica profesional”.

ADRIENNE PAYETTE, CLAUDE CHAMPAGNE, 1997

El codesarrollo profesional reúne a un grupo de personas que comparten intereses profesionales similares, aprenden juntas y desarrollan una “mente colmena” a través de un proceso de 6 pasos que estructura la comunicación, la reflexión y la acción.

El desarrollo colaborativo se centra en las interacciones entre los participantes.

Tres roles necesarios para el funcionamiento de un grupo de codesarrollo profesional:

El rol de “cliente o supervisor”. Trae un problema o complejidad que quiere explorar, encontrar pistas, ver otros puntos de vista.

El rol de “consultor o participante de apoyo”. Participa en el proceso de discusión y búsqueda de una solución al problema del cliente (supervisor).

El rol del “facilitador o supervisor” es quien guía al grupo a través de las 6 etapas de la sesión.

1. Presentación de la situación.

El cliente (supervisor) revela la situación, los consultores escuchan.

2. Aclaración.

Los consultores hacen preguntas, el cliente (supervisor) responde y aclara.

3. Acuerdo.

El cliente (supervisor) formula su solicitud al grupo e indica el tipo de asistencia deseada. El supervisor podrá solicitar consejos, preguntas para la reflexión, reacciones, comentarios, ideas, sugerencias, impresiones, las propias formas de solución del problema de los consultores, o cualquier otra intervención.

4. Consulta.

A petición del supervisor, los consultores analizan la situación.

5. Resumen.

El cliente (supervisor) analiza la información, indica qué le resultó útil y desarrolla un plan de acción.

6. Resumiendo.

El cliente (supervisor) y los consultores describen sus hallazgos y reflexionan sobre lo que aprendieron en la sesión. Evaluar la experiencia adquirida.

Objetivación

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“Objetivación” en el contexto de las relaciones significa contacto en el que una persona ve en la otra no una persona, sino un “objeto”, un objeto para la encarnación de sus propios deseos. Cualquiera que haga esto se encuentra en una posición inmadura. Se necesita cierto grado de madurez, de crecer, para empezar a ver a las personas de una manera compleja, no fragmentada.

El desarrollo saludable incluye respetar a los demás como personas con sus propios derechos, necesidades, limitaciones, rasgos buenos y malos. Un hombre o una mujer que ve a otra persona como un objeto y la mira únicamente desde el punto de vista de la satisfacción de sus propias necesidades no es capaz de entablar relaciones sanas y maduras, especialmente románticas o sexuales.

Las personas propensas a la cosificación son menos capaces de sentir empatía que otras. Una persona que ve a los demás de manera integral puede mirar el mundo a través de los ojos de otra persona, notar similitudes y diferencias con él, reconocer fortalezas y debilidades, gustos y disgustos. Estas habilidades determinan la capacidad de simpatizar y adoptar el punto de vista de otra persona. Es difícil para una persona que ve a otra como un objeto o función tener compasión y tomar el lugar del otro.

La cosificación depende del grado en que el niño ha sido aceptado o rechazado emocionalmente por su entorno inmediato. Si sus necesidades no fueron satisfechas durante la infancia, el individuo se sentirá insignificante, incompetente e indigno de amor. La comprensión del tema está ligada a la actitud de una persona hacia sí misma como figura activa e independiente.

La subjetividad es una categoría en psicología que expresa la esencia del mundo interior de una persona, la posibilidad de una transformación creativa de la realidad circundante, la expresión de la propia opinión, emociones, sentimientos, basándose no en cómo debería ser, sino en cómo el sujeto. él mismo piensa y siente.

Las relaciones subjetivas representan la interacción entre personas basada en el reconocimiento de cada una de ellas como un individuo con sus propias necesidades, derechos y valores únicos. En tales relaciones, las personas consideran la individualidad de cada uno y se esfuerzan por lograr la comprensión, la cooperación y el respeto mutuos.

Las relaciones objetivadas pueden compararse con las relaciones mercancía-dinero. En tal relación, una persona ve a la otra como un objeto que puede usarse o intercambiarse por algo para satisfacer sus propias necesidades, del mismo modo que los bienes se intercambian por dinero. El valor y la importancia de otra persona se determinan únicamente en el contexto de la obtención de beneficios o la satisfacción de los propios intereses. Estas relaciones carecen de reconocimiento de la individualidad, la unicidad y los derechos de la otra persona, lo que las hace poco saludables y carentes de profundidad.

10 errores de un psicólogo novato

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  1. Preparación y formación insuficientes.

Un psicólogo debe tener una sólida base teórica y comprensión de los conceptos, métodos y técnicas psicológicos. Una educación insuficiente o un enfoque frívolo de la formación pueden conducir a una comprensión inadecuada de los problemas del cliente, a un diagnóstico incorrecto y a una asistencia incompetente.

  1. Descuido de la supervisión.

La falta de supervisión puede dar lugar a la pérdida de valiosas oportunidades de aprendizaje, reflexión y mejora de la práctica. Aprender nuevos métodos y técnicas, así como analizar situaciones individuales con un supervisor, amplía las posibilidades de trabajar con un cliente, le permite evitar errores y corregir oportunamente las dificultades que surjan.

  1. Identificación demasiado fuerte con el cliente.

La empatía es excelente, pero experimentar los problemas del cliente como propios puede llevar a un cambio de enfoque hacia las propias experiencias y limitar la capacidad del profesional para mantener la objetividad y la independencia en el trabajo.

  1. Trabaje gratis, dude en aceptar dinero de los clientes.

La incapacidad de establecer relaciones financieras con los clientes y trabajar de forma gratuita conduce a un rápido agotamiento, así como a una disminución en la evaluación y reconocimiento de las habilidades profesionales de un psicólogo. La ayuda gratuita y periódica tampoco ayuda al cliente a asumir la responsabilidad del proceso de recuperación.

  1. Ayuda sin preguntar.

En la búsqueda de un psicólogo novato para mejorar radicalmente la vida de un cliente, siempre se debe adherirse al principio de moderación y partir de la solicitud del cliente. Establecer objetivos terapéuticos claros y realistas es un aspecto importante del trabajo de un psicólogo. Es necesario poder escuchar y comprender las necesidades del cliente para poder formular metas que estarán encaminadas a resolver los problemas expresados ​​por el cliente.

  1. El deseo de curar al cliente en 1 sesión.

Es importante entender que el proceso psicoterapéutico requiere tiempo y desarrollo gradual, así como una exploración sistemática y profunda, trabajando los síntomas y desarrollando nuevas habilidades y comprensión. La psicoterapia puede ser un proceso que abarca varias sesiones, varios meses o incluso varios años, según la complejidad y la naturaleza del problema del cliente.

  1. Incapacidad para establecer límites.

No establecer límites puede conducir a una violación de las normas éticas e incluso a la creación de una relación de dependencia con el cliente. Horarios claros para la sesión, un acuerdo preliminar sobre los términos de la terapia, la oportunidad de escribir entre sesiones: todo esto ayuda a crear un marco claro en el que hay claridad y seguridad.

  1. Entablar relaciones amistosas o íntimas con los clientes.

Trabajar con necesidades psicológicas implica un alto nivel de confianza y apertura; el psicólogo en realidad actúa como un padre, un adulto en quien el cliente puede confiar; el abuso de confianza causa un daño irreparable al cliente. Los sentimientos románticos del cliente hacia el psicólogo suelen deberse a la transferencia. Si un psicólogo no puede hacer frente a sus sentimientos, debe someterse a supervisión y redirigir al cliente a otro especialista.

  1. Asumir la responsabilidad de las decisiones del cliente.

La tarea del consultor es ayudar al cliente a aprender a tomar decisiones responsables de forma independiente. El cliente podrá llegar a una solución a su problema no si recibe una receta o un algoritmo de acciones ya preparado, sino que podrá identificar los orígenes y las razones subyacentes de sus acciones.

  1. Autoconfianza, falta de autoanálisis y terapia personal.

Es importante comprender que la confianza en uno mismo sin un autoanálisis y una terapia personal adecuados puede convertirse en un obstáculo para una ayuda psicológica eficaz. Independientemente de la experiencia y el estatus como psicólogo, un profesional debe esforzarse constantemente por alcanzar el autodesarrollo.

Sin autoanálisis y terapia personal, un psicólogo puede perder la oportunidad de resolver sus propios problemas emocionales y psicológicos, de ver sus propios estereotipos y prejuicios, que pueden afectar su trabajo con los clientes, su objetividad e imparcialidad.

Relaciones abusivas

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Después de trabajar con clientes que han sobrevivido a relaciones abusivas, veo una característica paradójica pero interesante: las personas que han sobrevivido a dichas relaciones perciben la atención negativa como algo significativo e importante. En una relación tóxica, el abusador da señales contradictorias, creando una sensación de intensa pasión y atención, incluso si esa atención es destructiva.

Cuando estos clientes intentan marcharse y crear nuevas relaciones en las que no haya muestras extremas de atención, desarrollan un sentimiento de vacío o aburrimiento. Después de todo, las relaciones sanas se basan en el respeto, el cuidado y la comprensión mutua, y no siempre se manifiestan a través de escenarios dramáticos y montañas rusas emocionales.

Las muestras abusivas de atención, aunque aparentemente intensas, en realidad representan una visión distorsionada del amor. Crean dependencia y control, cambios emocionales desde la alienación y la frialdad hasta escenas apasionadas. Una persona queda enganchada a una aguja hormonal. En una relación sana, el amor verdadero se muestra a través del respeto, el apoyo y el cuidado, no a través del drama tóxico y la manipulación.

Las personas que experimentaron negligencia y trauma de apego en la infancia no recibieron el apoyo emocional y la seguridad que necesitaban de sus padres o cuidadores. Esto da como resultado un patrón de apego inestable en el que buscan consuelo, validación y apoyo en las relaciones, pero tienen dificultades para establecer límites saludables y reconocer sus necesidades.

Esto tiene un enorme impacto en su comprensión del amor y el afecto en la edad adulta. Pueden terminar en relaciones abusivas al buscar la misma forma de atención que recibieron cuando eran niños. A veces incluso pueden justificar el comportamiento negativo de sus parejas como una señal de cuidado o atención, porque eso es lo único que han conocido. Debido a la falta de modelos saludables en la infancia, es posible que no reconozcan las señales de advertencia o sucumban a la sensación de que este comportamiento es normal. El mundo está patas arriba, los conceptos están siendo reemplazados. Cuando la única forma de atención disponible en la infancia era a través de la crítica y la negatividad, los niños crecen acostumbrados al hecho de que los gritos, la devaluación o incluso la agresión física son mejores que la total indiferencia.

La persona puede comenzar a dudar de sí misma, sentir que merece ese trato o que no es capaz de tener relaciones más sanas. Además, las relaciones abusivas pueden ser tanto emocionalmente tóxicas como físicamente agotadoras. A menudo, una persona en una relación de este tipo puede sentir estrés, ansiedad y preocupación constantes, lo que conduce al agotamiento físico y emocional y a una retraumatización constante.

Si te reconoces, es importante recordar que no es tu culpa, sino tu responsabilidad. ¿Qué puedes hacer al respecto para mejorar tu calidad de vida y tus relaciones en el presente?

Trabajar en uno mismo y buscar ayuda en la terapia puede desempeñar un papel muy importante a la hora de reevaluar sus creencias para que pueda establecer límites nuevos y saludables y atraer relaciones positivas y de apoyo a su vida. Este es un paso difícil pero importante para liberarnos de los estereotipos y construir un futuro más saludable.

Liberarse de este tipo de relaciones puede ser un paso difícil pero importante para reconstruir su autoestima y recuperar la estabilidad emocional. El proceso comienza reconociendo que la relación es dañina y buscando apoyo, ya sea a través de amigos, familiares o profesionales. Gradualmente, trabajando en usted mismo y en su entorno, podrá comenzar a restaurar su autoestima y creer en su propio valor.

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